FÁTIMA PEMÁN
La pintura me hace crecer, es algo espiritual
La Galería García de Diego da una vez más la bienvenida a tres grandes artistas: Fátima, Julia y Lucía, con una exposición que muestra una síntesis de su trabajo y que lleva por título Confluencias pues las tres coinciden en su deseo de compartir con todos nosotros su preocupación formal y artística, comunicarse como mejor saben, a través del arte, una forma de comunicación abierta, universal y propia.
Formas, colores y estructuras que reflejan su mundo personal, su imaginario, libre de “ataduras” que solo se justifica como expresión de sus sentimientos, emociones o, incluso, nada, pues ella sola, la pintura, se justifica.
El arte reducido al “mínimo”, un color, una forma, una línea, en general un gesto artístico cuyas “reglas” pertenecen únicamente al artista. El artista se “aloja” en su propia creación.
¿Cuál sería, entonces, el papel que tendría el espectador que se enfrenta a este universo artístico tan personal y sin “aparentes” correspondencias con el mundo “real”? Podría ser el de un observador quien, llevado por la intuición, desde su propio contexto -personal, cultural, emocional – o voluntad intelectual, y en un acto totalmente libre, contemple el hecho artístico, la creación de un artista que, igualmente libre, busca provocar su reacción desde distintas perspectivas, siendo válidas todas las interpretaciones, todo menos un papel pasivo, pues, es la del artista, una mirada que no deja indiferente a nadie.